Por Adriana Varillas
Si a usted no le dice nada, que en México matan a 10 mujeres cada día, quizá pueda entender que eso, equivale al desplome de 13 aviones llenos con mujeres y niñas.
Con esa analogía, Alicia Leal, directora de Protección Integral a las Mujeres, de la Secretaría de Gobernación (Segob), intentó explicar la magnitud de la emergencia que vive nuestro país, por el feminicidio y, en general, por toda la cadena de violencias que alanza el nivel mas alto con el asesinato de una mujer.
La funcionaria, con más de 20 años de experiencia como activista, en la prevención y atención a mujeres víctimas de violencia, se encuentra en Cancún, compartiendo con personal del gobierno municipal y estatal, así como con organizaciones civiles, la Estrategia Nacional de Protección Integral para Mujeres, niñas, niños y adolescentes que padecen violencias.
Dicha estrategia tiene como eje una iniciativa denominada “Puerta Violeta” que inició en Nuevo León para atender la violencia, tomando en cuenta las particularidades de cada comunidad y a partir del reconocimiento real del problema, no ocultándolo o autoengañándose.
Alicia fue clara ayer durante su exposición, al admitir que lo hecho hasta ahora, no está dando resultados; que prevalece un sistema de injusticia para las mujeres, que se articula desde la simulación; que enfrentamos una emergencia de violencia feminicida en México; que en el país, la causa número 1 de las llamadas al 911 corresponden a la violencia en el hogar y que tras la denuncia el riesgo de violencia para la víctima aumenta en un 75 por ciento.
Hay mujeres que deberían ser clonadas por su inteligencia, su sencillez, su sensibilidad, su visión, su trabajo y empeño, su sentido del humor, su generosidad y calidez. La periodista @cecilavalle es una de ellas. Un deleite escucharla y aprender de ella. Orgullo de #QuintanaRoo pic.twitter.com/henwcUnVVY
— Adriana Varillas (@A_Varillas) November 26, 2019
La fundadora del primer refugio para mujeres y sus hijas e hijos víctimas de violencia extrema en México, trabaja ahora desde el ámbito público para impulsar ese esquema de Puerta Violeta, como herramienta integral, operado por especialistas, que incluye a las organizaciones de la sociedad civil, poniendo en el centro la atención a las víctimas y no la judicialización de los casos.
Esto último suena bastante controversial, tomando en cuenta los altísimos niveles de impunidad en el país, que ella misma reconoce.
Al margen de ese punto, la Puerta Violeta busca construir capacidad de respuesta desde los gobiernos locales, para prevenir y atender las violencias contra mujeres, niñas, niños y adolescentes; está enfocada en la seguridad, la salud y la protección integral de ese grupo, con servicios accesibles todos los días y a toda hora.
El esquema busca replicarse en Cancún, cuyo municipio es parte de la Alerta de Violencia de Género decretada al gobierno de Quintana Roo en 2017 y, de aplicarse correcta, eficiente y genuinamente, podría ser una herramienta que permita prevenir feminicidios, mas que lamentarlos y llorarlos.
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