El tema de la legalización de la marihuana volvió a ocupar las primeras planas nacionales ahora que la Cámara de Diputados aprobó la minuta que expide la Ley Federal para la Regulación del Cannabis con 250 votos a favor, 163 en contra y 14 abstenciones. El documento fue regresado de inmediato al Senado de la República, que fue la Cámara de Origen de la iniciativa, donde una vez discutidas algunas modificaciones hechas por los diputados, se espera que sea finalmente aprobada.
Ya era tiempo de que sucediera pues desde hace 10 años cobraron fuerza las discusiones en diversos escenarios, acerca de la conveniencia de despenalizar la marihuana; en principio como una salida para terminar el combate frontal al narcotráfico y la violencia que desata. El concepto se fue robusteciendo con los temas de salud pública, y derechos humanos. En el 2016 se celebraron 5 Foros de Debate Nacional , a raíz de los cuales se aprobó el uso legal que derivaron en reformas a la Ley General de Salud y al Código Penal Federal. Sin embargo. Quedó pendiente resolver sobre el consumo recreativo, y fue por sentencias de amparo favorables a varios promoventes, -que les permitieron el consumo con fines recreativos, como un derecho fundamental del individuo al libre desarrollo de la personalidad-; que la Suprema Corte de Justicia de la Nación, sentó jurisprudencia, con la que ordenó al Congreso expedir la ley respectiva, en un plazo que se ha prorrogado en dos ocasiones y que concluye el próximo 30 de abril.
Aún subsisten varios cuestionamientos, por ejemplo, sobre los límites de posesión, que serán de 28 gramos máximo y las sanciones por excederlo, pues algunos opinan que la ley esta más orientada a la comercialización, que al desarrollo de la personalidad. O sobre como se va a evitar que un adulto consuma ante un menor si está en su casa.
En México se da un importante paso al convertirse en regulador del mercado de marihuana, detrás de Canadá y Uruguay. Mientras que, en los Estados Unidos, en 29 estados se permite su uso con fines medicinales, pero solo en 9 estados se permite el uso recreativo y cada uno con reglas distintas.
Ahora que será un asunto de Salud Pública y de Derechos Humanos , -lo reitero- , es seguro que se tendrá que redoblar el gasto público con esto, para atender las adicciones y otros impactos de índole social que se avecinan, y que ya hay pronósticos sobre ellos.
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