Apenas un par de meses atrás, sobre Xcacel-Xcacelito, se escribía que el proyecto La Calma, busca construirse dentro del polígono, colindando con la franja de 100 metros que fue decretada como área natural protegida estatal, con categoría de Santuario de la Tortuga Marina.
Se describían las protestas ciudadanas, se contaba de la solicitud a la Semarnat, para realizar la reunión pública de información sobre el proyecto; se impulsaba la petición para negar la autorización de impacto ambiental y se apoyaba la solicitud al gobierno de Carlos Joaquín para ampliar la superficie protegida de la costa a la carretera federal.
Dos meses después, no sólo la Semarnat no accedió a realizar la reunión pública de información, sino que además el gobierno del estado decidió, sin previo aviso o consulta, cerrar el acceso público y cobrar por entrar a esa y a todas las áreas naturales protegidades locales.
El cierre al público fue lo primero que cayó como bomba entre la gente y entre las organizaciones civiles que han defendido Xcacel-Xcacelito. Ante el escándalo, sobrevino un anuncio tardío de la Secretaría de Ecología y Medioambiente (SEMA), argumentando que la decisión se tomó por el bien de la zona, para garantizar su protección y la seguridad de las y los visitantes a la bahía.
Apenas se asimilaba el cierre, cuando la dependencia estatal y el Instituto de Biodiversidad y Áreas Naturales Protegidas (IBANQROO), informaron que en cumplimiento a la Ley de Hacienda, a partir de junio se cobraría por entrar a Xcacel y a otras zonas protegidas, 24 pesos para las y los quintanarroenses, 40 pesos para visitantes nacionales y 81 pesos a extranjeros.
Y si alguien quiere filmar o hacer sesiones de fotografía con fines comerciales, habrá de pagar casi 13 mil pesos.
Los pagos deben hacerse en la Recaudadora de Rentas del estado o en cualquier institución bancaría, utilizando un formato especial descargable en una pagina de internet.
Tampoco se puede ingresar con alimentos y bebidas, así que si usted tiene sed en o hambre en la playa, se aguanta… a menos que vayan a abrir una “tiendita” para que el consumo de alimentos sea negocio de “alguien” o vaya para el propio mantenimiento del área natural.
La justificación de todas estas medidas, para algunos absurdas, para otros, necesarias, es que se busca hacer de Xcacel-Xcacelito un modelo estatal y nacional de Área Natural Protegida con acceso a playa, colocando señalamientos, limpiando la costa de sargazo, evitando la generación de residuos sólidos y elaborando un reglamento obligatorio para la salvaguarda de las y los visitantes.
Lo de aumentar la poligonal del área protegida, como solicitó la sociedad civil, ni se mencionó a nivel estatal. Tampoco hubo una explicación de por qué no se autorizó la reunión pública de información sobre el proyecto “La Calma”, cuya evaluación sigue y espera a que pase la elección del 1 de julio, como muchas otras cosas esperan a ser resueltas o revueltas, luego de la jornada electoral.