Los 11 municipios del estado viven días clave, definitorios de cara a su proceso de consolidación de proyectos, que tienen que ser muy rápido, pues en la práctica sólo tienen este año para cuajar sus planes.
Y es que para dentro un año exactamente los alcaldes y alcaldesas con potencial para reelegirse estarán preparando sus maletas para solicitar licencia y poder participar en las elecciones del próximo año, las primeras en la historia de Quintana Roo que serán concurrentes con la elección presidencial.
Por eso los actuales gobierno municipales, que apenas llevan cinco meses de gestión, tienen que acelerar el paso para cumplir con sus compromisos, pero para ello es clave que tengan sus planes municipales de desarrollo.
Justamente esta semana debe ser para la aprobación de esos documentos en el seno de los cabildos.
En Cozumel los regidores no quisieron aprobar el plan de la alcaldesa Perla Tun, debido a que ésta equivocó el procedimiento y quiso que el Cabildo lo avalara sin que el documento pasara antes al Comité de Planeación, como establece la Ley.
Eso le provocó un enfrentamiento con los regidores.
El Plan Municipal de Desarrollo no es un trabajo de mero trámite como puede suponerse. No. Se trata del eje rector de cualquier gobierno en México y sin esa herramienta el ejercicio de una administración, en este caso, municipales, se desarrolla en la ilegalidad, pues no hay manera de fundamentar legalmente nisiquiera la compra de dulces para el Día del Niño.
Es, además, un ejercicio democrático que a Perla Tun no le resultó bien.
Ojalá sea una lección para ella en lo particular y para todos los presidentes municipales en general. O se dedican a hacer bien las cosas o el próximo año mejor se regresan a sus casas.